Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes que tomamos en nuestra vida.

A menudo, los vendedores se enfocan en aspectos financieros y de inversión, como el precio y la potencial de revalorización de la propiedad. Sin embargo, la decisión final de comprar una vivienda a menudo se toma con el corazón, basada en factores emocionales y personales.

Un estudio de la Universidad de Princeton encontró que las personas que experimentan emociones positivas son más propensas a tomar decisiones de riesgo, mientras que las personas que experimentan emociones negativas son más propensas a evitar el riesgo. En el caso de la compra de una vivienda, las emociones pueden influir en cómo percibimos los beneficios y los riesgos de la operación.

 

LA IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES EN LA TOMA DE DECISIONES

Las emociones son una parte fundamental en la toma de decisiones, especialmente en situaciones que implican un alto grado de riesgo y compromiso personal, como la compra de una vivienda. Las emociones pueden influir en cómo percibimos la información y cómo tomamos decisiones.

 

LA CONEXIÓN EMOCIONAL CON LA VIVIENDA

Los compradores potenciales a menudo buscan una vivienda que les haga sentir bien, que sea acogedora y que refleje su personalidad y estilo de vida. Esta conexión emocional puede ser difícil de medir o cuantificar, pero puede ser un factor determinante en la decisión final.

 

LA INFLUENCIA DE LA HISTORIA PERSONAL

Por ejemplo, un comprador puede estar buscando una propiedad que les recuerde a la casa en la que creció o que les proporcione un sentido de estabilidad y seguridad. Otro comprador puede estar buscando una propiedad que les permita experimentar un cambio de vida significativo, como un cambio de ciudad o una mejora en la calidad de vida.

 

LA IMPORTANCIA DE LA LOCALIZACIÓN Y EL VECINDARIO

Los compradores a menudo buscan viviendas que estén ubicadas en áreas seguras y con buena calidad de vida. El vecindario también puede influir en la conexión emocional que los compradores sienten ya que puede proporcionar un sentido de comunidad y pertenencia.

 

Tú, como promotor, ¿adviertes estos factores emocionales cuando vendes o te centras en dar argumentos objetivos?

 

¿Qué estrategia te ha dado mejor resultado a lo largo de tu trayectoria?