Aunque otro día hablaré de mis aventuras grabando de la mano de mi gran colaborador David Luque hoy te quiero hablar de dos aventuras que seguro que ahora no repetiría.

La primera de ellas fue grabar desde un helicóptero.

Como te decía, en esa época (alrededor del 2010) la única manera de grabar desde el aire era hacerlo con un helicóptero. ¡Ojalá hubiesen llegado un poco antes!

Además del helicóptero, era necesario que éste  llevase acoplada en su fuselaje la cámara.

En esa época, volar ese aparato costaba 6.000€ la hora.

Con la grabación realizada (puedes ver el video abajo) hicimos nuestro primeros “pinitos” fundiendo imagen real e infográfica en movimiento (la técnica llamada “camera tracking).

La otra, pensándolo bien, creo que fue más peligrosa.

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Las tomas quedaron espectaculares pero no debería haberme subido ahí.

Es curioso cómo, los que nos dedicamos a estas cosas, hacemos lo que sea para que la producción quede lo mejor posible. Nos da igual que luego tan sólo fuesen apenas unos segundos en la producción final. Puedes verla en el enlace del primer comentario,

¿Te has visto alguna vez en situaciones de peligro por ser “un pofesional”?