Cuando tus clientes entran en tu oficina, lo hacen con ilusión pero también con miedo.

Son unos corderitos y tu sonrisa de bienvenida les da respeto.

Se percibe una situación de poder desequilibrada.

Ellos “tienen” la pasta y tú el piso. Se van a esclavizar de por vida para que tú te forres.

SI, lo sé. Cada vez tus márgenes son menores pero, ellos, lo ven así y lo tienes que entender.

Si te lo pregunto a ti, promotor, estoy convencido que te ves más como un león.

Te gusta mostrarte territorial y ser agresivo buscando oportunidades pero no entra en tus planes devorarles.

Empatía. Tienes que ponerte en su lugar.

Entender esa situación y equilibrarla, Es tu obligación. No para que la Asociación de Promotores se convierta en una ONG y a tí te den el Nobel a la Amistad.

Lo tienes que hacer porque te conviene.

Si ven que te preocupas de ellos desde el minuto 1, equilibras la situación.

Si te acercas de una manera amable, natural y generosa, mejorará tu imagen y tu marca.

Es sólo un ejemplo, pero si  en lugar de enseñarles el proyecto con unas imágenes “justitas” les sientas en una silla cómoda, apagas las luces y le das al “play” de un video de calidad, todo el proceso se desarrollará como te cuento y, además, será mucho más fácil cerrar la venta antes y mejor.

¿No preferirías ser percibido más como un oso panda?

Honestamente, ¿qué haces tú para equilibrar esta situación?