Donald Trump en 1980, junto a una maqueta de la Trump Tower.Fotografía de Don Hogan Charles / The New York Times / Redux
La maqueta de arquitectura es una herramienta de entendimiento.
Sirve para reflexionar sobre el volumen, el espacio, el proyecto, la construcción,…
No es buena ni mala en si misma.
Hay quien la utiliza y quien no. Para algunos es fundamental y para otros absolutamente prescindible. ¿Cuál es tu caso?
En este artículo y el siguiente, escribo sobre su historia y utilización.
Introducción
Aunque lo que te voy a contar está más relacionado con el uso de la maqueta de arquitectura en los últimos 50 años, podemos encontrar ejemplos de su utilización muy anteriores.
Durante el Renacimiento y el Barroco en Europa, los modelos arquitectónicos eran, como lo son todavía hoy, una herramienta importante en la colaboración entre arquitectos y clientes.
La representación a escala de un arquitecto era un medio para elaborar ideas, y mostrar a sus clientes diferentes opciones del proyecto, proporcionar una plataforma para las negociaciones, o incluso a veces para funcionar como guías para los constructores.
La mayoría de los modelos arqueológicos, por el contrario, no parecen haber cumplido esa función o sólo en raras ocasiones.
Recipiente de culto en forma de torre con impresiones de sellos de cilindros cerca de la parte superior, alrededor del siglo XIX a.C. Edad Media de Bronce. Siria. Cerámica; Alt. 31,4 cm, An. 8,3 cm, Prof. 11,4 cm. Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Rogers Fund, 1968 (68.155)
Esta pequeña plataforma coronada por un templo con un techo en forma de pico puede haber servido una vez como tapa para un quemador de incienso. Modelo de templo, 200 a.C.-300 d.C. Colima, México. Cerámica; H. 7 1/8 pulg. The Metropolitan Museum of Art, New York, De la Colección de Nina y Gordon Bunshaft, Legado de Nina Bunshaft, 1994 (1995.63.5)
Algunos modelos del Antiguo Oriente y precolombinos servían principalmente como recipientes rituales, una de las características esenciales de la práctica funeraria.
Por desgracia esta exposición terminó el pasado septiembre, sin embargo, se editó este catálogo que te recomiendo y que puedes comprar aquí:
“Design for Eternity: Architectural Models from the Ancient Americas”
El uso más antiguo documentado de una maqueta de arquitectura a escala se encuentra en la escritura de Herodoto que hace referencia a un modelo del Templo de Delfos. Sin embargo, la idea de que los primeros constructores utilizaron modelos a escala es descartada por la mayoría de los arqueólogos e historiadores modernos. Esto se debe a que las antiguas civilizaciones como la egipcia y la griega construyeron sus templos y cámaras funerarias de acuerdo con sus principios sagrados. Por consiguiente, los antiguos monumentos fueron construidos en relación con su ubicación y su tamaño y geometría determinados por relaciones y medidas cósmicas. Además, la falta de una medición precisa dentro de la tecnología de estos períodos resultaría en grandes inexactitudes si se hubieran utilizado modelos a escala.
Si estás interesado en conocer más información sobre la historia de las maquetas, te recomiendo la lectura de este libro de Nick Dumm titulado :
“The Ecology of the Architectural Model”
Como curiosidad, si te apasionan las maquetas clásicas como coleccionista, no deberías dejar de visitar 1stdibs.
Encontrarás réplicas maravillosas pero, eso si, prepara tu bolsillo.
Duomo de Florencia con Bautisterio y Campanario de Giotto Catedral de Pisa con Torre inclinada y alabastro del Bautisterio, circa 1875. Medidas: 9″ y 5/5″ de altura.
Pero volvamos al uso de las maquetas de arquitectura en la actualidad.
¿Quiénes son los usuarios de estas opciones?
La maqueta de arquitectura siempre ha formado parte del proceso arquitectónico.
Ocupa ese espacio temporal entre el proyecto y la realidad.
Dependiendo del momento del proceso en que se utiliza, su usuario y objetivo varían.
El arquitecto y el promotor inmobiliario aprovechan sus posibilidades de forma muy distinta.
También el constructor puede beneficiarse de ellas
Arquitectos
Carlos Tejada y Juan Gayarre hicieron esta maqueta en su carrera en 1985
Antes de que entrásemos en la época del uso de los ordenadores con capacidades gráficas, la maqueta de trabajo formaba parte fundamental del trabajo del arquitecto. En este caso, era una herramienta de comprobación y no tanto de representación,
Tenía (y tiene) las siguientes características :
- El destinatario de su construcción era el propio arquitecto que la utilizaba para verificar y avanzar en el proceso proyectual.
- Debe ser do it yourself. El propio arquitecto o alguien muy cercano de su equipo era el ejecutor. Era como los croquis, una extensión gráfica más del creador.
- Ser modificable. Era prioritario que se pudiese modificar con facilidad aunque no fuese perfectamente ejecutada.
- Un material era suficiente. En general, aunque también se creaban con otros propósitos, el fundamental era la comprobación geométrica espacial de la solución. El material de que estaba hecha era lo de menos : cartón, papel o madera de balsa.
- No importaba el detalle. Importaba el volumen, los huecos, la proporción,…
- La escala de la misma maqueta de arquitectura tenía un cometido fundamental entre otros : debía ser manejable y caber en menos de un metro cuadrado.
- Rara vez salía del estudio del arquitecto.
- Podía haber diferentes versiones de maqueta según avanzaba el proceso proyectual.
Promotores
En realidad, más que los promotores, los clientes de los promotores.
También, hablando de esta época pre-ordenadores gráficos, la maqueta de arquitectura tenía este target que le daba sentido. Si bien el primer ejemplo que se viene a la cabeza es el del promotor inmobiliario, pensemos también en el político como promotor que “vende” su proyecto a sus votantes.
Calatrava y los políticos
En este caso, la maqueta de arquitectura posee otras características:
- El encargo de su construcción se realizaba a una empresa especializada.
- El destinatario de la maqueta era el cliente final. Ante su previsible dificultad para entender la documentación técnica (planos de planta y sección) se realizaba la maqueta para facilitar la comprensión del proyecto
- Al tratarse de la representación de un proyecto desarrollado, no debía de ser modificable pero, eso si, debía de ser “lo más fiel posible a la realidad”.
- Hay ejemplos de todo tipo pero, sin embargo, lo que más abundaba era la maqueta multi-material. La imagen más recurrente era la de la maqueta de tren.
- La escala estaba vinculada con el espacio disponible en el que iba a exponerse. Cuanto más grande mejor ya que así se podían apreciar mejor los detalles.
- Se exhibía en las oficinas del promotor y en ferias inmobiliarias.
- Sólo había una versión de maqueta, la que representaba el proyecto final.
Dubai Creek Harbour model
Se puede llegar a la conclusión de que la maqueta de arquitectura clásica ha muerto (yo no lo pienso) pero entendamos los argumentos de ese razonamiento. Sólo así podremos establecer si lo que afirmamos tiene fundamento o está basado únicamente en una visión influenciada por las novedades tecnológicas.
Ventajas e inconvenientes de la maqueta de arquitectura tradicional
Siempre he pensado que, hablando de visualización arquitectónica, las diferentes técnicas debían convivir convirtiéndose en complementarias.
Si entendemos las ventajas y no sólo vemos los inconvenientes de cada una de ellas, evolucionaremos adecuadamente. Si, por el contrario, nos dejamos impresionar por cada novedad que surja y tiremos a la basura, sin reflexión alguna, los mecanismos utilizados durante siglos, creo que iremos por mal camino.
A mi me gusta comer variado y en ese hecho aprecio las bondades de la gastronomía.
Respeto la filosofía de los vegetarianos pero, en el fondo, no puedo dejar de pensar una cosa : “pobres, ellos se lo pierden” ¿Qué opinas tú?
Voy a intentar describir las ventajas e inconvenientes de la maqueta tradicional.
Ventajas
Madurodam, parque de atracciones en La Haya, Países Bajos
- Aunque pensemos que la relación con este objeto sea fundamentalmente visual, no debemos olvidar que existe, que está ahí. Eso le confiere un valor que, desde mi punto de vista es difícil de superar. El ser humano comprende mejor lo que ve y toca.
- Si hablamos de clientes finales que no entienden la documentación técnica, se siente cómodos. Se encuentran ante un objeto que interpretan sin dificultad. Ellos saben cómo son los edificios ya construidos, están acostumbrados a verlos cuando pasean por la ciudad y reconocen en la maqueta una representación de los mismos.
- Esa comodidad provoca una predisposición positiva :
Lo entiendo > no me cuesta > puede gustarme
- Es el estadio previo a la construcción. Anticipa una realidad y la convierte en más cercana. Quizá en mi caso sea por deformación profesional pero la razón inicial para interesarme en comprar la casa en donde vivo fue el momento en que vi la maqueta de arquitectura.
Inconvenientes
- El coste de su producción es muy alto si tenemos en cuenta su versatilidad. Pagamos por un objeto que al margen de hacerle fotos, poco más ofrece. No son nada interactivas.
- Como los coches, desde el primer día se llenan de polvo y se deterioran.
- Ocupan mucho espacio y, en consecuencia, no son fácilmente manejables.
- Tienen el detalle que tienen, el correspondiente a su escala y punto.
- Los materiales no se corresponden estrictamente con los reales.
The Shanghai Urban Planning Exhibition Center
Así pues, no me parece del todo descabellado, olvidar a la maqueta de arquitectura tradicional.
Tiene unas ventajas a las que no quiero renunciar. Otra cosa es que utilicemos las ventajas de la tecnología actual para mejorar su proceso de fabricación.
En el próximo post, escribiré de las maquetas del siglo XXI.