El cerebro de tu cliente es la fortaleza inexpugnable.

Tú has construido un caballo enorme, precioso y lo has dejado ante la fortaleza.

El cliente sorprendido abre su cerebro y permite que tu caballo entre.

Cierra su fortaleza y esperas, frotándote las manos, que el plan siga su curso…

Y…

No pasa nada.

“¿Pero por qué? Yo encargué que hiciesen el caballo. No fue nada barato.”

El caballo no ha funcionado. Tu estrategia no ha funcionado.

Olvidaste un detalle fundamental:

El caballo no tenía guerreros en su interior.
Más que un caballo de Troya, era un caballo de Truño.

No se produjo la sorpresa necesaria para “vencer” al cerebro de tu cliente.

“¿Pero por qué?” volverás a preguntar.

Porque ese caballo…

…no tenía endorfinas en su interior.

El caballo consiguió abrir su mente pero estaba vacío de esta sustancia capaz de abrir su corazón.

Si contratas infografías normalitas de tu proyecto,

no te sorprendas de que no provoquen la reacción esperada.

Podrán ser descriptivas e incluso bellas pero si no tienen lo necesario,

tu inversión no habrá servido de nada.

Si no quieres volver a pagar por caballos vacíos, mándame un privado o un correo a : info@gayarre.eu
El caballo será muy atractivo pero, además, estará lleno de endorfinas que acelerarán la venta de tus pisos.